martes, 14 de mayo de 2013

DON GIOVANNI (Mozart). POR JUAN JESÚS OJEDA (IES Santa Bárbara de Málaga)


¿QUIÉN ES DON JUAN?



 
I. DON GIOVANNI: WOLFGANG AMADEUS MOZART / LORENZO DA PONTE (Praga, 1787)

1. LAS AZAÑAS DE DON JUAN

Acto I

Escena 1ª
(Leporello, sirviente de Don Juan, proclama airoso su deseo de ser un hombre libre).

Leporello:
¡Noche y día fatigarse,
por quien nada sabe apreciar,
lluvia y viento soportar,
comer mal y mal dormir!
Quiero ser un gentilhombre
y no quiero servir más.
¡Oh, qué amable caballero!
¡Quiere estar dentro con la beldad,
y que yo haga de centinela!...
Quiero ser un gentilhombre
y no quiero servir más ...

Cuestiones: Analiza las palabras de Leporello en el contexto histórico y cultural en que fue estrenada la ópera Don Giovanni: ¿Cúales eran las ideas filosóficas predominantes? ¿Qué importante acontecimiento social y político está a punto de producirse? ¿Hallas alguna relación entre los deseos de Leporello y los de los hombres y mujeres de su tiempo de su misma condición social?

(Aparece Don Juan zafándose de Doña Ana, noble señora, a cuya casa había entrado furtivamente para forzarla sexualmente).

Doña Ana:
¡No esperes, si no me matas,
que te deje huir jamás!
Don Juan:
¡Loca mujer! ¡En vano gritas;
quién soy, no lo sabrás!
Doña Ana:
¡Gente!... ¡Criados! ¡Al traidor!..
Don Juan:
¡Calla y teme mi furor!
Doña Ana:
“¡Bellaco!”

(Aparece el comendador, padre de Doña Ana, que se enfrenta a Don Juan, cayendo muerto a manos de este)

Escena 4ª

(Leporello pretende amonestar a su amo por su miserable conducta)

Leporello:
“¿Puedo deciros
todo libremente?...
Don Juan:
“Sí”
Leporello:
“Entonces, siendo así,
querido patrón,
la vida que lleváis
es propia de un bribón”

Escena 5ª

(Aparece Doña Elvira. Don Juan, sin saber que es ella, se dispone a seducirla. Doña Elvira, enfurecida, se dirige a Don Juan; sin embargo, su odio no puede ocultar el amor que sigue sintiendo por tan engañador caballero.)

Doña Elvira:
“¡Don Juan!...
¿Estás aquí, monstruo, felón, nido de engaños?”
Leporello:
“¡Qué jugosos apelativos! Se ve
que lo conoce bien!”
Doña Elvira:
“... A fuerza de artimañas,
de juramentos y lisonjas, llegas
a seducir mi corazón;
¡me enamoras, oh, cruel!
Me nombras tu esposa... y luego...
¡Me abandonas, huyes de mí, y me dejas presa
del remordimiento y del llanto,
como castigo, acaso, por haberte amado tanto!

Cuestiones: 1. ¿Por qué, si ha sido engañada, Elvira continúa amando a Don Juan? ¿Puede haber mujeres tan locamente enamoradas que sigan deseando a un varón seductor e infiel? 2. ¿Acaso, que Don Juan le prometiese el matrimonio, influye en la obstinación de Elvira en perseguirle?

(Don Juan consigue escabullirse con la ayuda de Leporello, quien para consolar a Doña Elvira le lee la larga lista de mujeres a quien su señor ya ha engañado)

Leporello:
¡Eh! Consolaos;
no sois, ni fuisteis ni seréis
la primera, ni la última. Mirad:
este nada pequeño libro está lleno
de los nombres de sus beldades.
(saca del bolsillo una lista)
Cada ciudad, cada región, cada país
es testigo de sus andanzas mujeriegas.

Señora mía, éste es el catálogo
de las beldades que amó mi patrón;
un catálogo que he hecho yo;
Observad, leed conmigo.
En Italia seiscientas cuarenta,
en Alemania doscientas treinta y una,
cien en Francia, en Turquía noventa y una
pero en España ya son mil tres.
Hay entre éstas campesinas,
camareras, ciudadanas,
hay condesas, baronesas,
marquesitas, princesas.
Y hay mujeres de toda condición,
de toda forma, de toda edad.
En la rubia tiene la costumbre
de alabar su gentileza,
en la morena la constancia,
en la blanca, la dulzura.
En invierno las quiere rechonchas,
en verano las quiere delgadas;
La grande es majestuosa,
la pequeña es siempre zalamera.
Conquista a las viejas
por el placer de ponerlas en la lista;
su pasión predominante
es la joven principiante.
No le importa que sea rica,
que sea fea o bella;
con tal de que lleve faldas,
vos ya sabéis lo que hace.

Cuestiones: 1. Analizad las conquistas de Don Juan, ¿establece distinciones entre las mujeres que conquista? 2. ¿La sociedad de su tiempo establecía un orden social basado en la distinción por el rango? 3. ¿Cómo valoras esta indiferencia de Don Juan hacia los privilegios sociales? 4. ¿Cómo valoras que tampoco distinga a las mujeres por su belleza o edad? 5. ¿La belleza y la edad son criterios de distinción social y sexual en nuestra sociedad? 6. Respecto al gusto y al placer ¿quién es más demócrata, Don Juan o nosotros? Justifica tu respuesta atendiendo a los patrones de belleza femenina predominantes en la actualidad.

(Esta falta de criterio aristocrático respecto al gusto por las mujeres se pone de manifiesto en el final del acto I, donde Don Juan intenta conquistar a la campesina Zerlina, justo cuando celebra su inminente casamiento con Masetto; así como también, en el comienzo del acto II, donde Don Juan pretende gozar con la criada de Doña Elvira.)

2. ¿CÓMO ACTÚA DON JUAN?

Acto II


(Don Juan se dispone a conquistar a la camarera –criada- de Doña Elvira, sin reparar en medios para alcanzar su gozoso fin. Sin embargo, antes tendrá que convencer a Leporello para que continúe siendo su sirviente. El acto se inicia con un diálogo en el que Leporello manifiesta a Don Juan su deseo de abandonarle, pues no quiere seguir siendo el instrumento de sus felonías, que además ponen en riesgo su propia vida. Don Juan lo convence con dinero, que Leporello, sin más remilgos morales, acepta.)

Escena 1ª
(Leporello le pide a Don Juan que deje de perseguir y engañar a las mujeres.)

Don Juan:
“¡Dejar a las mujeres! ¡Loco!
¡Sabes que ellas son para mí
más necesarias que el pan que como,
más que el aire que respiro!”
Leporello:
“¿Y tenéis corazón
para engañar después a todas?”
Don Juan:
“¡Todo es amor!
Quien es fiel a una sola,
es cruel con las demás;
yo, que en mí siento
tanta generosidad,
quiero bien a todas ellas.
Y luego las mujeres, que no saben calcular,
a mi bondad natural llaman engaño.”

Cuestiones: 1. ¿Te parece cínica la justificación que hace Don Juan de su imperiosa necesidad natural de las mujeres? 2. ¿Crees que Don Juan ama a las mujeres?

Escena 2ª
(La treta de Don Juan para llegar hasta el cuarto de la camarera de Doña Elvira es tan osada como atrevido el caballero. Convence a Leporello para que intercambien sus ropas, de manera que mientras el criado, disfrazado de Don Juan, seduzca a la noble Doña Ana, el noble caballero disfrazado de criado, gozará de la hermosa camarera de la distinguida señora. Don Juan, bajo su ventana, llama a Doña Elvira)

Don Juan:
“Elvira, ídolo mío...”
Doña Elvira:
“¿No es ese el ingrato?
Don Juan:
“Sí, vida mía, soy yo, y pido caridad”
Doña Elvira:
“(¡Dioses, que extraño cariño
se despierta en mi pecho!)”
Leporello:
(“¡Pero mira a la loca,
que otra vez le creerá!”)
Don Juan:
“¡Desciende, oh, alegría bella!
Verás que eres aquella
a quien adora mi alma.
Ya estoy arrempentido.”


3. ¿CÓMO CANTA DON JUAN A LAS MUJERES?

Escena 3ª
(Engañada Doña Elvira, ya en brazos de Leporello, Don Juan se dispone a seducir a su criada. Para ello le canta de la manera más dulce y sentida que un enamorado pueda hacerlo)

Don Juan (canta):
Ah, ven a la ventana, oh, mi tesoro,
ah, ven a consolar mi llanto.
¡Si me niegas darme algún consuelo,
delante de tus ojos quiero morir!
¡Tú que tienes la boca más dulce que la miel,
tú que el azúcar llevas en el corazón,
no seas, alegría mía, cruel conmigo,
déjate al menos ver, mi bello amor!

Cuestiones: 1. ¿Consideras las dulces palabras una estrategia de seducción actual? 2. ¿Crees que las mujeres tienen, digamos, el corazón más azucarado que el de los varones? 3. ¿Cómo juzgarías la moral libertina que practica Don Juan, especialmente, en materia sexual? ¿Cómo era la moral predominante en su tiempo? ¿El libertinaje moral de Don Juan, y la rebeldía que comporta, podrían simbolizar un reclamo de cambios culturales y morales respecto a la vida sentimental y sexual de de su tiempo? ¿Crees que algo de la moral libertina de Don Juan se ha incorporado a la vida moral de la sociedad contemporánea o sigue habiendo una censura moral de los apetitos sexuales? 4. Debes saber, que a pesar de sus reiteradas tentativas Don Juan fracasa en todos sus intentos de conquista a lo largo de la ópera, lo que nos lleva a dudar de la veracidad de las anotaciones del cuaderno de Leporello. Tan irónico destino, con que Da Ponte y Mozart revisten la dramática vida de Don Juan, ¿no podría llevarnos a pensar que los donjuanes ligan menos de lo que parece y que las mujeres no son tan ilusas como Doña Elvira? 5. ¿Cómo termina la vida de Don Juan? ¿Por qué se le castiga?










II. EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA: ESPRONCEDA
   En su poema dramático, publicado en 1837, el gran poeta del romanticismo español, realiza una original recreación del mito de Don Juan, encarnado en el personaje de Félix de Montemar. El tono irónico y, en muchos momentos cómico, del Don Giovanni mozartiano, desaparece por completo en el drama de Espronceda, A pesar de este claro contraste, y del final tan distinto de cada obra, intentemos de entrada encontrar las coincidencias en la construcción de los respectivos donjuanes aquí tratados. Así nos presenta Espronceda a su personal Don Juan y tras él a su eterna víctima, la inocente Elvira de Pastrana:

1. Retrato de Don Félix de Montemar

   “Segundo Don Juan Tenorio
alma fiera e insolente,
irreligioso y valiente.
altanero y reñidor,
siempre el insulto en los ojos,
en los labios la ironía,
nada teme y todo fía
de su espada y su valor.

   Corazón gastado, mofa
de la mujer que corteja,
y hoy despreciándola deja
la que ayer se le rindió.
Ni el porvenir temió nunca,
ni recuerda en lo pasado
la mujer que ha abandonado
ni el dinero que perdió.

   En Salamanca famoso
por su vida y buen talante,
al atrevido estudiante
le señalan entre mil;
fueros le da su osadía,
le disculpa su riqueza,
su generosa nobleza,
su hermosura varonil.

   Que su arrogancia y sus vicios,
caballeresca apostura,
agilidad y bravura
ninguno alcanza a igualar;
que hasta en sus crímenes mismos,
en su impiedad y altiveza,
pone un sello de grandeza
don Félix de Montemar.”

Cuestiones: 1. ¿Cuáles son los atributos del carácter de Félix de Montemar? Por la descripción que nos da Espronceda, ¿dirías que Felix de Montemar es un privilegiado de la fortuna, por estar dotado de todos los atributos que la vida puede conceder para vivir con absoluta libertad sin limitación alguna? ¿El carácter moral de Montemar podría estar propiciado por la abundancia de atributos y capacidades que lo distinguen? ¿Qué valoración puedes hacer al respecto? 3. Lorenzo Da Ponte, el libretista del Don Giovanni de Mozart, fue amigo de Giacomo Casanova, indaga respecto a la vida de este último y valora si su moral libertina pudo influir en la construcción del personaje de la ópera mozartiana.

2. Retrato de Elvira de Pastrana

  “Elvira, amor del estudiante un día,
tierna y feliz de su amante ufana,
cuando al placer su corazón se abría,
como al rayo del sol rosa temprana;
del fingido amador que la mentía,
la miel falaz que de sus labios mana
bebe en su ardiente sed, el pecho ajeno
de que oculto en la miel hierve el veneno.

   Que no descansa de su madre en brazos
más descuidado el candoroso infante,
que ella en los falsos lisonjeros lazos
que teje astuto el seductor amante;
dulces caricias, lánguidos abrazos,
placeres ¡ay! que duran un instante
que habrán de ser eternos imagina
la triste Elvira en su ilusión divina.

   Cifró en don Félix la infeliz doncella
toda su dicha, de amor perdida;
fueron sus ojos a los ojos de ella
astros de gloria, manantial de vida.
Cuando sus labios con sus labios sella,
cuando su voz escucha embebecida,
embriagada del dios que la enamora,
dulce le mira, extática le adora.

Cuestiones: 1. ¿Cómo se nos presenta el carácter personal de Elvira? ¿Cómo calificarías su manera de entender y vivir el amor? 2. ¿Tiene vida social Elvira? ¿La sitúa dicha circunstancia en una situación de inferioridad frente a Montemar? 3. ¿Consideras que la socialización de una persona joven fuera del ámbito familiar propicia su madurez personal? Al respecto, en nuestra sociedad actual, ¿sería más difícil hallar mujeres jóvenes como Doña Elvira? 4. ¿Crees que clamor romántico es un sentimiento universal del ser humano o que puede ser un sentimiento inducido por la sociedad y la cultura  contemporáneas?

3. Abandonada, loca de amor canta Elvira

   “Vedla, allí va que sueña en su locura
presente el bien que para siempre huyó;
dulces palabras con amor murmura,
piensa que escucha al pérfido que amó.

   Vedla, postrada su piedad implora
cual si presente le mirara allí:
vedla, que sola se contempla y llora,
miradla delirante sonreír.

   Y de amor canta y en su tierna queja
entona melancólica canción
canción que el alma desgarrada deja,
lamento ¡ay! que llega al corazón.

  ¡Qué me valen tu calma y tu terneza,
tranquila noche, solitaria luna,
si no calmáis del hado la crudeza,
ni me dais esperanza de fortuna!

  ¡Qué me valen la gracia y la belleza,
y amar como jamás amó ninguna,
si la pasión que el alma me devora
la desconoce aquel que me enamora!

Cuestiones: 1. ¿Comprendes el hundimiento moral de la joven Elvira? ¿Te resulta verosímil? (tal vez, para juzgar su debilidad moral te convendría leer antes el siguiente apartado, donde se nos habla de la dramática muerte de Elvira). 2. ¿Crees que Elvira es una víctima del ideal romántico del amor?

4. Antes de morir, una carta dejó a Félix de Montemar

   Murió de amor la desdichada Elvira,
cándida rosa que agostó el dolor,
suave aroma que el viajero aspira
y en sus alas el aura arrebató.

   Una ilusión acarició su mente,
alma celeste para amar nacida;
era el amor de su vivir la fuente,
estaba junto a su ilusión su vida.

   Amada del Señor, flor venturosa,
llena de amor murió y de juventud;
despertó alegre una alborada hermosa
y a la tarde durmió en el ataúd.

  Y conociendo ya su fin cercano,
su mejilla una lágrima abrasó;
y así al infiel con temblorosa mano,
moribunda su víctima escribió:

  “Voy a morir; perdona si mi acento
 vuela importuno a molestar tu oído:
Él es, don Félix, el postrer lamento
de la mujer que tanto te ha querido.
La mano helada de la muerte siento...
Adiós: ni amor ni compasión te pido...
Oye y perdona si al dejar el mundo,
arranca un ¡ay! su angustia al moribundo.

  “Y tú, don Félix, si te causa enojos
que te recuerde yo mi desventura,
piensa están hartos de llorar mis ojos
lágrimas silenciosas de amargura,
y hoy, al tragar la tumba mis despojos,
concede este consuelo a mi tristura:
estos renglones compasivo mira,
y olvida luego para siempre a Elvira,

  “Y jamás turbe mi infeliz memoria
con amargos recuerdos tus placeres;
¡goces te dé el vivir, triunfos la gloria,
dichas el mundo, amor otras mujeres!
Y si tal vez mi lamentable historia
a tu memoria con dolor trajeres,
llórame, sí; pero palpite exento
tu pecho de roedor remordimiento.

  “Adiós por siempre, adiós: un breve instante
siento de vida, y en mi pecho el fuego
aún arde de mi amor; mi vista errante
vaga desvanecida ... ,calma luego
¡oh muerte! mi inquietud ... ¡Sola ... expirante!
ámame; no, perdona: ¡inútil ruego!
adiós, adiós, ¡tu corazón perdí!
¡todo acabó en el mundo para mí!”



Cuestiones: 1. ¿Comprendes este último intento de Elvira de mover a la compasión a Félix a través de su postrera carta? 2. Si Félix de Montemar parecía carecer de límites para su voluntad, ¿Elvira sería, al contrario, una persona totalmente limitada? ¿Cuál sería la limitación fundamental de su personalidad? 3. ¿Encuentras alguna relación entre la voluntad ilimitada de Félix de Montemar y la voluntad limitada de Elvira, respectivamente, y el contexto social y cultural de ambos personajes?

5. El espectro de Elvira se le aparece a Felix de Montemar, que fiel a su arrogancia y altanería sigue al espectro hasta el infierno.
(Debes saber que tras la muerte de Elvira, su hermano, Diego de Pastrana, quiso vengar su ultraje batiéndose en duelo con Félix de Montemar, cayendo muerto por la espada de este.)

  Vedle, don Félix es: espada en mano,
sereno el rostro, firme el corazón;
también de Elvira el vengativo hermano
sin piedad a sus pies muerto cayó.

  Y con tranquila audacia se adelanta
por la calle fatal del Ataúd;
y ni medrosa aparición le espanta,
ni le turba la imagen de Jesús.

  Mueve los pies el Montemar osado
en las tinieblas con incierto giro,
cuando ya un trecho de la calle andado,
súbito junto a él oye un suspiro

 “¿Quién va?” pregunta con la voz serena,
que ni finge valor, ni muestra miedo,
el alma de invencible vigor llena,
fiado en su tajante de Toledo.

  “Dios presume asustarme: ¡ojalá fuera,
dijo entre sí riendo, el diablo mismo!
Que entonces, vive Dios, ¡quién soy
                                            [supiera
el cornudo monarca del abismo!"

  “Bienvenida la luz, dijo el impío,
Gracias a Dios o al diablo”; y con osada,
firme intención y temerario brío,
el paso vuelve a la mujer tapada.

Cuestiones: 1. La rebeldía de Félix de Montemar tiene su máxima expresión en su irreverencia ante Dios y el Diablo: ¿reconoce Félix de Montemar algún poder por encima de su deseo y de su voluntad? ¿A quién teme Félix de Montemar? 2. Don Givanni y Félix de Montemar, como personajes literarios; Lorenzo da Ponte y Casanova, como personajes históricos; todos ellos, ficticios o reales, encarnan las actitudes vitales de la moral libertina: ¿qué es un libertino? (busca información al respecto). 3. ¿Es Félix de Montemar un ateo?

D. FÉLIX, AL ESPECTRO DE ELVIRA (aunque sin reconocerla ni como fantasma ni en su persona)
  “¡Qué!, ¿sin respuesta me deja?
¿No admitís mi compañía?
¿Será quizá alguna vieja
devota? ... ¡Chasco sería!

  “En vano, dueña, es callar,
ni hacerme señas que no;
he resuelto que sí yo,
y os tengo de acompañar.

  “Y he de saber dónde vais
y si sois hermosa o fea,
quién sois y cómo os llamáis.
Y aun cuando imposible sea,

  “y fuerais vos Satanás
con sus llamas y sus cuernos,
hasta en los mismos infiernos,
vos delante y yo detrás

  “hemos de entrar, ¡vive Dios!
y aunque lo estorbara el cielo,
que yo he de cumplir mi anhelo
aun a despecho de vos;

  “y perdonadme, señora,
si hay en mi empeño osadía,
mas fuera descortesía
dejaros sola a esta hora;

  “Y me va en ello mi fama,
que juro a Dios no quisiera
que por temor se creyera
que no he seguido a una dama.”

Cuestiones: 1. La irresistible inspiración poética de Espronceda en estos versos hace difícil al lector no identificarse con el altivo personaje, a pesar de que pueda espantarnos moralmente,  pues más que un seductor y burlador de mujeres puede llegar a parecer un desalmado acosador: ¿cómo lo juzgas tú? 2. Busca en películas que hayas visto personajes masculinos que puedan resultar irresistiblemente seductores aun cuando su conducta pueda verse como rayana en el acoso sexual. 3. ¿Qué diferencias encuentras entre Felix de Montemar y Don Giovanni? ¿Su relación con las mujeres es similar o hay diferencias? 4. Doblegar la resistencia de una dama y conquistarla es el tributo de la fama que desea Félix de Montemar: ¿ser fiel a su carácter moral determina el destino de Félix de Montemar?

DIÁLOGO ENTRE ELVIRA Y MONTEMAR
   Montemar atento sólo a su aventura,
que es bella la dama y aun fácil juzgó,
y la hora, la calle y la noche oscura
nuevos incentivos a su pecho son.

   −“Hay riesgo en seguirme.” –“¡Mirad qué
                                                   [reparo!”
−“Quizá luego os pese.” –“Puede que por vos.”
−Ofendéis al cielo.”  −“Del diablo me amparo.”
−“Idos, caballero, no tentéis a Dios.”

−“Siento me enamora más vuestro despego,
y si Dios se enoja, pardiez que hará mal:
véame en vuestros brazos y máteme luego.”
−“¡Vuestra última hora quizá ésta será ...!

  “Dejad ya, don Félix, delirios mundanos.”
−¡Hola, me conoce!” −“¡Ay! ¡Temblad por vos!
“Temblad no se truequen deleites livianos
en penas eternas!” −“Basta de sermón,

  “que yo para oírlos la cuaresma espero;
y hablemos de amores, que es más dulce hablar,
dejad ese tono solemne y severo,
que os juro, señora, que os sienta muy mal;

  “la vida es la vida; cuando ella se acaba,
acaba con ella también el placer.
De inciertos pesares ¿por qué hacerla esclava?
Para mí no hay nunca mañana ni ayer.

  “Si mañana muero, que sea en mal hora
o en buena, cual dicen, ¿qué me importa a mí?
Goce yo el presente, disfrute yo ahora
y el diablo me lleve si quiere al morir.”

 −“¡Cúmplase en fin tu voluntad, Dios mío!”,
la figura fatídica exclamó;
y en tanto al pecho redoblar su brío
siente don Félix y camina en pos.

Cuestiones: 1. La irreverencia ante Dios y su insolencia moral son las razones para que el cielo propicie la venganza de Elvira, cuyo espectro arrastrará a Félix de Montemar hasta el inferno: ¿Cómo entiendes el hecho de que la justicia divina sea la que castigue la moral libertina de Félix de Montemar? ¿Acaso no recibió sanción moral por parte de quienes le conocieron y supieron de sus andanzas? ¿Acaso no están mal vistos los donjuanes y gozan de cierto prestigio social? ¿Puedes poner ejemplos con personajes de actualidad? 2. En este diálogo con el espectro de Elvira, Félix de Montemar hace una clara defensa de la moral del placer como fin de la vida, resonando inclusive ecos de la conocida máxima moral romana del carpe diem (“goza el día”); indaga respecto a los posibles sentidos de esta máxima moral e indica si la manera hedonista como la entiende Félix de Montemar es la única posible.

6. Se anuncia la muerte de Félix de Montemar
  −“Con que en fin, ¿dónde vivís?
Que se hace tarde, señora.”
−“Tarde, aún no; de aquí a una hora
lo será.” – “Verdad decís
será más tarde que ahora.

  “Esa voz con que hacéis miedo,
de vos me enamora más.
Yo me he echado el alma atrás;
Juzgad si me dará un bledo de Dios ni de Satanás.”

  “Cada paso que avanzáis
lo adelantáis a la muerte,
don Félix. ¿Y no tembláis,
y el corazón no os advierte
que a la muerte camináis?”

  “Seguid, señora, y adelante vamos.
Tanto mejor si sois el diablo mismo,
y Dios y el diablo y yo nos conozcamos,
y acábase por fin tanto embolismo.

  “Que de tanto sermón, de farsa tanta,
juro, pardiez, que fatigado estoy;
nada mi firme voluntad quebranta,
sabed en fin que donde vayáis voy.

  “Un término no más tiene la vida,
término fijo; un paradero el alma:
ahora adelante.” Dijo, y en seguida
camina en pos con decidida calma.

Cuestiones: 1. Como rebelde, ¿qué excita el ánimo de Félix de Montemar? 2. ¿Cómo entiendes la expresión “yo me he echado el alma atrás”? 3. ¿Crees que Félix de Montemar es un hombre libre porque se impone un destino a cumplir o una persona dominada por sus impulsos que le destinan a su propia aniquilación personal?

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